En el colegio Alejo empieza a destacar por su talento artístico. Durante las clases dibuja caricaturas de sus profesores. Animado por su madre se inscribe en la academia pintura de José Maria Vidal-Quadras, tío y retratista de las grandes familias catalanas. Alejo en seguida destaca entre el grupo, su progreso espectacular denota la marca de un verdadero artista.